Casa Marcelle se encuentra en Tamarindo, Guanacaste, Costa Rica, dentro de un entorno tropical que combina vistas al Océano Pacífico y un clima cálido dividido entre estaciones seca y lluviosa. Diseñada en un terreno con una pendiente pronunciada de 12.5 metros, la vivienda aprovecha al máximo la topografía mediante pilotes, minimizando el impacto en el suelo natural y respetando la vegetación existente. El diseño arquitectónico busca la integración armónica con el entorno, favoreciendo la ventilación cruzada pasiva, domos y pérgolas para reducir la incidencia solar. Con una estructura de concreto armado, los espacios interiores y exteriores están cuidadosamente orientados para maximizar vistas y confort térmico, logrando un balance entre funcionalidad y estética. La casa, distribuida en tres niveles, incluye áreas sociales, habitaciones privadas y un cuarto de máquinas, con terrazas y balcones que refuerzan la conexión con la naturaleza. Su paleta de materiales —estuco en tonos arena, madera cálida y elementos pétreos— crea una atmósfera que refleja modernidad y respeto por el entorno. Además, Casa Marcelle incorpora estrategias sustentables como paneles solares, sistemas de captación de agua pluvial y humedales para tratar aguas residuales. Estas medidas aseguran eficiencia energética y un impacto ambiental reducido, destacando el compromiso con la sostenibilidad. Este proyecto ejemplifica una arquitectura contemporánea, sensible al contexto tropical, que ofrece confort, estética y una integración respetuosa con el paisaje natural.